Mano a mano (con réplica)

Letra de Esteban C. Flores
Letra de Donato Racciatti
Música de Carlos Gardel
Música de J. Razzano

Esta versión fue grabada por la orquesta de Donato Racciatti.
Vocalistas: Luis Correa y Beatriz del Campo. Fue eliminada la parte
final por resultar muy extensa.

Canta Luis Correa

Rechiflado en mi tristeza,
hoy te evoco y veo que has sido,
en mi pobre vida paria,
solo una buena mujer.
Tu presencia de bacana,
puso calor en mi nido;
fuiste buena consecuente,
y yo sé que me has querido,
como no quisiste a nadie,
como no podrás querer.

Se dio juego de remanye,
cuando vos pobre percanta,
gambeteabas la pobreza,
en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana,
la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario,
los tirás a la marchanta;
como juega el gato maula,
con el mísero ratón.

Canta Beatriz del Campo

Yo no sé por qué estás triste,
y evocás lo que ante’sido,
yo no quiero ni engrupirme,
que era una buena mujer.
Y aburrida de tu trato,
preferí dejar el nido,
porque me tenías cansada,
con tu beguein de engrupido;
y decís que te he querido,
como no debía querer.

Se dio juego de remanye,
me batís como reproche,
mientras pa’ ponerte al día,
fui a parar a una pensión;
y vos la pasabas curda,
de la mañana a la noche,
patinándote mi vento,
en taxímetro y en coche,
cuanto tenés de guapito,
prepotente y compadrón.

Canta Luis Correa

Hoy tenés el mate lleno,
de infelices ilusiones;
te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión;
la milonga entre magnates,
con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican,
milogueras pretensiones;
se te ha entrado muy adentro,
en el pobre corazón.

Nada debo agradecerte,
mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho,
lo que hacés ni lo que harás.
Los favores recibidos,
creo habértelos pagado;
y si alguna deuda chica,
sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario,
que tenés se la cargás.

Canta Beatriz del Campo
Hoy decís que tengo el mate,
de ilusiones rebosante;
que me engupieron los giles,
mis amigos y el bacán;
pero hablás de esta manera,
porqué te he dado el espiante.
Lo que pasa mis amigos,
que no soy aquella de antes;
y amarroco San Martines,
pa’ que no me falte el pan.

Nada debo agradecerte,
decís mal agradecido,
que has quedado mano a mano,
con lo que te he dado yo;
pero no pienso cobrarte,
porque quedarías fundido;
es mejor de que a tus deudas,
las encierre en el olvido,
porque si no pagarías,
todo lo que hice por vos.-