Letra de Celedonio Esteban Flores
Música de Carlos Gardel
Música de José Razzano
Compuesto en 1919
Desde lejos se embroca,
pelandruna abacanada,
que naciste en la mugre
de un cuartucho de arrabal.
Hay un algo que te vende,
yo no se si es la mirada,
la manera de sentarte,
de vestir o estar parada,
o tu cuerpo acostumbrado
a las pilchas de percal.
Ese cuerpo que hoy te marca
los compases tentadores
del candombe de algun tango
en los brazos de un buen gil,
mientras triunfa tu silueta
y tu traje de colores
entre risas y piropos
de muchachos seguidores,
entre el humo de los puros
y el champagne de Armenonville.
Son mentiras, no fue un guapo
compadron ni prepotente,
ni un malevo veterano
el que al vicio te lanzo.
Vos rodaste por tu culpa
y no fue inocentemente,
berretines de bacana
que tenias en la mente
desde el día que un magnate
de yuguillo te afino.
Siempre vas con los muchachos
a tomar ricos licores
a lujosos reservados
del Petit o del Julien,
y tu vieja, pobre vieja,
lava toda la semana
pa’ poner para la olla (1)
con pobreza franciscana
en el viejo conventillo
alumbrao a querosen.
Yo recuerdo no tenias
casi nada que ponerte;
hoy usas ajuar de seda
con rositas rococo…
Me revienta tu presencia
pagaria por no verte;
si hasta el nombre te has cambiado
como has cambiado de suerte,
ya no sos mi Margarita,
ahora te llaman Margot.
(1) En otra versión se escucha «pa’ poder parar la olla».