Maria de buenos aires – cuadro 3a, balada renga para un organito loco

Letra de Horacio Ferrer
Música de Astor Piazzolla

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Pianito de mala racha
que muele cuentos… a ver!
si muestra el rengo la hilacha
de su valse, a la muchacha,
la que nadie quiere ver!

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO (Recitado)

Que moje el Diablo en garnacha
su renga pata al moler.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

El timepo muestra la hilacha,
y nadie la quiere ver!

EL DUENDE (Dicho)

Ella vino desde aquella dimensión transbariotera donde alcanza, a la
esperanza, una barrera y un camino; la campana, tres estrellas, una
ojera en el balcón sombroso, un gol, la plaza… El sol sin prisa de
una misa con mañanas y vecinos y torcazas; algunos mozos que le dén a
las polleras; y un andén, con otro humo y otra pena y otro tren para
la espera. Una novena una ramera, un almacén.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

La pequeña nació un día
que estaba borracho Dios:
por eso, en su voz, dolían
tres clavos zurdos… Nacía
con un insulto en la voz!

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO (Recitado)

Tres clavos negros… Un día
que estaba mufado Dios.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Tres clavos negros… Un día
que estaba de estaño Dios.

EL DUENDE (Dicho)

Y dos angelotes de la guarda parda, dos raros palomos que andaban de
trote por la orilla ñata, trajeron -llorando- a la Niña en el lomo.
En la cal mulata del último muro, plegando de pena las alas de lata,
grabaron su nombre: María, con balas morenas. De arena y de frío le
hicieron los días, tan duros! Y, a espaldas del río, allá donde el río
se junta a la nada, con una pregunta bordada en la falda, la Niña
María creció en siete días.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Zapada a contrasuerte,
Milonga a suerte de verdad,
que un bordón de mala muerte
-sin llorarte ni quererte-
fraseaba en tu soledad…

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO (Recitado)

Pequeña… Qué inversa suerte
saber toda la verdad!

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

La Zapada de la muerte
punteaba en su soledad.

EL DUENDE (Dicho)

Como esta ciudad, de duelo y de fiesta,
robada a as brujas terrajas y en celo que
empujan la vida, María fue un poco del loco
desvelo de cada baraja suicida y vacía
jugada a la apuesta perdida de la soledad.
Fue el verso de antojo broncao en la puerta
del primer fracaso y la rosa tuerta de un
payaso cojo. Diosa y atorranta, del cielo y
del hampa fue trampa lo mismo. Y atados de
un pelo por el alba van, su parte de abismo,
su parte de pan.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Y en el barrio, las arpías
viejas de negro capuz
como en una eucaristía
mugrentera, por María
rezan lunfardos en cruz.

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO (Recitado)

Allá en el barrio, María,
le han puesto nombre a tu cruz!

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

María de Agorería,
tendrás dos tangos por cruz…

EL DUENDE (Dicho)

Pero aquellos hombres, los rudos maestros
de mi tristería, que saben del mudo arremango
que cabe a ese nombre, y han vuelto
-a su modo- tan lerdos, tan serios de todos
los nuestros misterios, cuando hay pena
llena canyengueando el aire de las curderías,
lo nombran -apenas- ladrando a su recuerdo
la sombra de los tangos que ya fueron y
no existen todavía.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Triste María de Buenos Aires….

EL DUENDE (Dicho)

De olvido eres
entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Triste María de Buenos Aires….

EL DUENDE (Dicho)

De olvido eres
entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Triste María de Buenos Aires….

EL DUENDE (Dicho)

De olvido eres
entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR (Cantado)

Triste María de Buenos Aires….

EL DUENDE (Dicho)

De olvido eres
entre todas las mujeres.