María (prólogo)

Este prólogo fue recitado por Julio Sosa en la versión de María que
cantó con Leopoldo Federico y su Orquesta.

Que vieja y cansada imagen
me devuelve el espejo.
Ah! Si pudieras verme
Solo aquí en la gris penumbra de mi pieza
De este cuarto nuestro que parece tan grande
Desde que faltas tú.
Sabe Dios por qué senderos de infortunios
Pasearás tu tristeza
Y yo solo
Con tu adiós golpeándome el alma
Mientras la madrugada febril de mi desesperanza
Me trae el eco alucinado
de tu paso pequeño que te alejas
y la música triste de tus palabras
que se van adelgazando hasta el silencio…

Acaso te llamaran solamente María…