Me besó y se fue

Ayer, en un banco, de la vieja plaza
que adorna mi pueblo donde yo nací
comprobé con pena, que la vida pasa,
que la vida pasa llevándome a mí.

Y he tardado tanto para comprenderlo
tuvo que alejarse la que yo adoré
para darme cuenta que así sin saberlo
prendida en sus labios moría mi fe.

Sentado en el banco, recordé las tardes
en que muy juntitos tejimos los dos
el romance ardiente de un cariño sano
loco provinciano que soñó un amor.

Ella era una diosa que llegó a mi pueblo
a olvidar su hastío, vencida tal vez,
se arrulló en mi canto, divina y tirana,
y una gris mañana me besó y se fue.

Y he quedado solo con mis pensamientos
en la vieja plaza que me vio crecer
que escuchó en silencio tantos juramentos
mentira piadosas de aquella mujer.

Cuantos sueños locos, forjó mi embeleso
cuando en su regazo su voz me arrulló
ave pasajera que ansiosa de besos
se posó en mi boca, me besó y partió.

Sentado en el banco, recordé las tardes
en que muy juntitos tejimos los dos
el romance ardiente de un cariño sano
loco provinciano que soñó un amor.

Ella era una diosa que llegó a mi pueblo
a olvidar su hastío, vencida tal vez,
se arrulló en mi canto, divina y tirana,
y una gris mañana me besó y se fue.