Letra de José Luis Betinotti
Música de José Luis Betinotti
Compuesta en 1913
Vidalita 1913
Músico y payador. Nació en Buenos Aires (Parroquia de San Carlos) el
25 de julio de 1878 y allí falleció el 21 de abril de1915. Llegó a
ser con el tiempo el más popular, el que más se recuerda. Era un
cantorcito de serenatas cuando en 1898 conoce a Gabino Ezeiza que lo
induce a la payada y compite en el contrapunto con casi todos los de
su tiempo, en la capital y en el interior adonde llegó en giras. Su
canción más famosa, «Pobre mi madre querida», No fue grabada por
Gardel aunque parece haber evidencia memoriosa de que la cantaba pero
si «Como quiere la madre a sus hijos» y «Tu diagnóstico» .
Número de la prueba matriz de la casa grabadora 56762 1913
Número de serie del disco original T595 Lado A
Grabación realizada en el sistema acústico mecánico, en Buenos Aires
y los discos prensados en Brasil. Sello Columbia. El acompañamiento
en la guitarra es del mismo Carlos Gardel.
Tema: Otra más de madres.
¡Pobre mi madre querida,
cuantos disgustos le daba!
¡Pobre mi madre querida,
cuantos disgustos le daba!
¡Cuántas veces, escondida,
llorando lo más sentida,
en un rincón la encontraba!
¡Cuántas veces, escondida,
llorando lo más sentida,
en un rincón la encontraba!
Y yo mismo al contemplarla,
el llanto no reprimía.
Y yo mismo al contemplarla,
el llanto no reprimía.
Luego venía a conformarla,
con un beso al abrazarla,
cuando el perdón le pedía.
Luego venía a conformarla,
con un beso al abrazarla,
cuando el perdón le pedía.
Si es la madre en este mundo
la única que nos perdona.
Si es la madre en este mundo
la única que nos perdona;
la única que sin segundo
y en su corazón profundo
sabe amar y no abandona;
la única que sin segundo
y en su corazón profundo
sabe amar y no abandona.
Que maltratamo el amor
de nuestra madre querida.
Que maltratamo el amor
de nuestra madre querida.
Que maltratamo el amor
de nuestra madre querida.
Nunca nos guarda rencor
sabe sufrir con dolor
y dar por su hijo la vida.
Nunca nos guarda rencor
sabe sufrir con dolor
y dar por su hijo la vida.
Madre, madre perdonáme,
nunca creí tanta pena.
Madre, madre perdonáme
nunca creí tanta pena.
Este cautivo confiarme
vengo a tus plantas prostrarme
y el pasado me envenena.