Tanto hablarme de amor y de felicidad
mis amigos ya casados…
Me dió envidia
y también quise yo una novia buscar
y poder cambiar de estado.
Lindo! Acertado! (coro)
De Palermo a Liniers,
y de nuevo a Lanuse
fuí buscando a la pebeta con fe.
Eh Ché! (coro)
De tanto buscar, al fin,
una tarde la encontré
y al pasar le dije así:
Mi muñequita, por favor,
dos palabras va a escucharme
y nada más…
Trato de oír! (coro)
Mi muñequita, por favor,
soy soltero y me quiero yo casar.
Ay! Pero tranquilo… (coro)
Si es que acepta mi pasión,
yo le juro ser formal:
No deshaga mi ilusión!
De mi vida reina y dueña usted será!