Letra de A. Pontier
Desnuda, como el filo de un acero, así, desnuda,
mi sentencia que se clava en tí me llevabas
de la mano para hundirme en este infierno
para verme sin sentido, sin Moral, sin nada adentro.
Pero ahora te condeno, maldita,
cuando escuches mi sentencia
martillando tu conciencia
sufrirás igual que yo.
Por un beso de tu boca la luna corté
por un mundo de tristezas que me daba tu belleza
hasta el nombre te entregué yo te he dado más que eso
mi alma, tal vez y hoy al verme pisoteado
como un vil, como un malvado, me rebelé.
Desnuda, como el alma que se acerca a Dios
Desnuda, la sentencia que firmé por vos
que la herida que me abriste no se borre de tu mente
y las gotas de mi sangre día y noche te atormenten.
Hasta siempre, hasta la muerte,
maldita, cuando escuches mi
sentencia martillando tu conciencia
morirás igual que yo.