Letra de Pierre Delanoe
Letra de Gilbert Becaud
Música de H Pelay
Música de G Pelay
La versión castellana en tiempo de tango de esta canción fue realizada
por Guillermo y Horacio Pelay. Hay una magistral grabación del año
1956 de la orquesta del Maestro José Pepe Basso con la voz del
glorioso Tata Floreal Ruíz.
Ya ves, mis manos sin querer
se afiebran al soñar que te vuelvo a tener.
Ya ves, igual que una oración,
se tienden hacia tí a pedir compasión.
Y van de noche a reposar
al hueco que cual nido en mi almohada quedo.
Quiza reprimen su ansiedad
tratando de olvidar con cínica frialdad
Ya ves que pueden castigar
mis manos sin piedad y luego perdonar.
Como has podido olvidar el amor de mis manos?
Como has podido apartar mi querer de tu querer?
Están buscando por doquier
tu sombra que una noche desapareció
Ya ves, mis manos sin cesar,
se irritan como el mar que se calman después.
Estan muriendose de amor
igual que en el jardín que se muere una flor.
Ya ves, mis manos sin hablar,
desean encontrar tus manos otra vez.