Letra de F. Bastardi
Música de A. Scatasso
Desde el día que nació
la milonga le tiró…
hasta que al fin una noche
salió de su casa pero ya no volvió.
No resistiendo el dolor
su pobre madre murió…
ella, en cambio, bailaba,
reía, sin meditar lo que perdió.
Nunca pretendas mirar muy alto
que el sol, a veces, suele segar
y si has nacido para ser pobre,
tu mala suerte has de aceptar.
Nunca abandones el conventillo,
si en el que naciste, has de vivir,
porque ser pobre no es una falta
y es una gloria saber sufrir.
A su hogar quiso volver
cansada ya de rodar…
todo se había deshecho,
ni un triste consuelo
hallaba en su hogar.
Hoy lleva como una cruz
su fatal resolución..
sola, enferma, y perdida,
y nada le queda ya, ni corazón.
Nunca pretendas mirar muy alto
que el sol, a veces, suele segar;
y si has nacido para ser pobre,
tu mala suerte has de aceptar.
Nunca abandones el conventillo,
si en el que naciste, has de vivir,
porque ser pobre no es una falta
y es una gloria saber sufrir.