Letra de Héctor Negro
Música de Saúl Cosentino
I)
Se clavan en mis ojos semáforos fugaces,
se cuelgan a mis pasos fracasos y desdén,
y así voy repechando mis vértigos tenaces
por calles y por rostros, fantasmas de recién.
Traigo las manos rotas y limpias por si vale,
traigo la frente herida pero alta y sé porqué,
si acaso importa el resto de fuerza que me salve
en esa fuerza pongo la fuerza de mi fe.
II)
No sé si el corazón, golpeado como está
por tanta sinrazón, al fin se ha de jugar.
No sé si han de alcanzar: el gesto de querer,
las ganas de luchar, ni sé lo que podré,
pero sigo igual, ya no vuelvo atrás…
Hay algo que me dice que escapo hacia adelante,
que otra no me queda, que el barco ya quemé,
hay algo que me empuja hacia el siguiente instante
para ganarle ahora, ganándole al después.
I bis)
Y si otra sinrazón se niega a naufragar
es porque el corazón se juega y quiere más,
y sé que han de sobrar las ganas de vivir
y de recuperar lo que una vez perdí,
basta de llorar, basta de morir…
Regreso por la vida y vengo a reencontrarme.
Me busco la inocencia que tuve y que gasté,
la insólita ternura que supo acompañarme,
me busco y me reencuentro y todo vuelve a ser.