A qué vienes a pedirme
que yo te quiera.
No quiero verte llorar
ni quiero que pases pena.
Despreciaste mi cariño
cuando yo te lo entregaba,
y un cuchillo me clavabas
en mitad del corazón.
Lo mismo que estás sufriendo
yo también por tí sufrí,
hazte cuentas que me he muerto,
y no te acuerdes de mí.
No te puedo querer,
porque no piensas como yo pienso,
no te puedo querer
porque no sientes lo que yo siento.
Un día te quise,
y, al verme llorando,
tú te reías de mi padecer.
Ahora es tarde, no hay remedio…
Ya no te puedo querer.
Yo bien quisiera quererte,
pero no puedo.
La culpa no tengo yo,
me mandan mis sentimientos.
Tú jamás podrás negarme
que te quise ciegamente,
y un esclavo yo fuí siempre
de tu gusto y voluntad.
Si ahora ya no te quiero
no te debes de quejar,
pues te pago con moneda
que me enseñaste a acuñar.
No te puedo querer,
porque no sientes lo que yo siento.
No te puedo querer.
Apártate de mi pensamiento.
Un día te quise,
y, al verme llorando,
tú te reías de mi padecer.
Ahora es tarde, ya no hay remedio…
Ya no te puedo querer.