Letra de Horacio Guarani
Cuando el pueblo se calle, nosotros los cantores,
con la guitarra en alto saldremos por las calles,
con un fusil de cantos haremos las tribunas,
para que el pueblo grite, para que el pueblo cante.
Nosotros los cantores venimos desde abajo,
con la vergüenza a cuestas en la voz y en la sangre.
Manoseados por vinos que nos trampean el hambre,
no podremos callarnos, cuando el pueblo se canse.
Iremos los cantores junto con los payasos,
los viejos guitarreros y actrices de reparto.
Para gritarle al mundo que ya estamos hartos,
que nos cuenten la fábula de que somos de palo.
De que nada tenemos que ver con los obreros,
que no somos hermanos de tantos jornaleros.
De tantos estudiantes caídos en las calles,
de tanto campesino, de tanto compañero.
Cuando el cobarde calle, cuando atropelle el miedo.
cuando agachen la frente, y no haya sindicato.
Nosotros los cantores, ejércitos de pájaros,
iremos degoyando con la guitarra en alto.
Han de venir entonces alentando mi canto,
Elías Alippi, Muiño, Buenaventura, Cuadros,
y el mismo Abel Fleury tocará mi guitarra
vendrá Ramón Espeche por las calles bailando.
Yo no quiero que callen mis hermanos cantores
me da mucha vergüenza cuando escucho en el aire:
Los artistas no tienen que meterse en el baile.
Los artistas, hermano, también tenemos sangre.
Nosotros los cantores, nosotros los payasos,
sabemos cuánto duelen los jornales del hambre.
Sabemos que es preciso bajarse del caballo,
pelear junto a su pueblo, igual que. José Hernández.
Y cuando todos callen y cuando nadie grite,
porque no se marchiten los claveles del aire,
nosotros los cantores saldremos por las calles
nosotros los cantores, también tenemos sangre.