Letra de Juan José Saldias
Música de Osvaldo Nicolás Fresedo
Grabado por Carlos Gardel en 1925.
¡Perdón, viejita!
única amiga
que me reciba
tu bendición;
yo me arrodillo,
beso tus manos,
y una y mil veces
pido perdón.
Yo estaba loco,
fui un pobre hombre,
yo la quería
con devoción;
vos me decías
«Tené cuidado»,
yo enceguecí
de pasión.
Aquella noche
junté mis pilchas
y sin decirte
tampoco adiós,
te abandonaba
viejita mía
para cambiarte
por otro amor.
Tuve el castigo,
porque cobarde
me dejó solo
sin tu querer;
y desde entonces
con tu memoria
mi soledad
acompañé.
Mamita, hoy vengo
pa’ regalarte
dulces sonrisas
en tu vejez;
serás abuela,
voy a pagarte
toda la pena
que te causé.