Letra de Julio Bonnet
Música de Luis Petrucelli
Yo no soy el joven triste
que las chicas adoraban
porque nunca una sonrisa
su semblante iluminaba;
olvidé por la mujer
amada y me torné
alegre y bullicioso.
Ya no bailo en los salones
al compás del bandoneón,
ya no soy aquel gavión
abatido y sin ideal,
pues mi faz sin expresión
he logrado iluminar.
«Picardías», fue el apodo
que me dio la muchachada,
en aquellas madrugadas
de falsas alegrías
y locas tentaciones
en que mueren pretensiones
y se agotan fantasías
en agudas agonías
y sangran los corazones,
sin quejas de dolor.
Hoy que llevo la alegría
en mi rostro reflejada,
hago honor al «Picardías»
que las chicas adoraban.
Yo recuerdo que por ti
en faltas incurrí
en noches de locura,
desde entonces la patota
«Picardías» me llamó
y clavado me quedó
para siempre por querer
alegrar mi corazón
y hacer caso a una mujer.