Letra de Daniel Altamirano
Música de Daniel Altamirano
Las guitarras del cielo nos embriagan
y cada estrella que se enciende en el crepúsculo
es un lunar que alumbra tus cálidas mejillas.
Muchacha mía, quiero en tus brazos ser
una barca olvidada en la marea,
una gota de lluvia en la tormenta.
Echa vino a mi copa, compañera
y convida a beber a las estrellas.
Que vengan a beber, que vengan a beber,
que vengan a beber, amada mía.
Que vengan a beber, que vengan a beber,
que vengan a beber, amada mía.
Ay, yo sé que anoche fui el náufrago, el poeta,
ay, el amante más loco de la tierra.
Pero todo termina en la mañana,
rompe el velo fugaz de los que sueñan.
Por eso, compañera, cuando apague el otoño
su lámpara de olvidos y mi guitarra cante,
borracha de tristezas,
en la flor de la noche llegaré hasta tu alcoba,
a amarte como un loco, como jamás he amado.
Será el momento entonces, como decía Horacio,
de ahogar en vino las rosas del pecado.
Echa vino a mi copa, compañera
y convida a beber a las estrellas.
Que vengan a beber, que vengan a beber,
que vengan a beber, amada mía.
Que vengan a beber, que vengan a beber,
que vengan a beber, amada mía.