Letra de Enrique Cadícamo
Poema publicado en el libro Viento que lleva y trae de Enrique Cadícamo.
En la Isla Maciel y por el año siete
existía un recreo llamado El Pasatiempo;
ahí daba grandes bailes el famoso P.B.T.*
de Avellaneda, un bravo bailarín de ese tiempo.
Del puente de Almirante Brown salían los botes
con jóvenes parejas de alegres bailarines,
como botica había de todo en esos lotes:
punguistas y malevos, guapos y malandrines.
Como caían con armas y botas casi todos
era una obligación dejarlas en la entrada;
las armas, por las riñas; las botas, por el lodo,
calzandose en reemplazo zapatillas bordadas.
Todo si iba guardando con sus numeraciones
en un gran guardarropa que atendía una morena,
botas y cachiporras, revólveres, facones,
todo en perfecto orden como en lo de Anchorena.
El terceto de tangos era de un tal Palito,
as de todos los fueyes en aquellos contornos;
había que ver entonces lucirse a los trompitos
con corridas y ochos, con sentadas y adornos.
El tango fue un producto de arrabal y de pampa
que nacio bajo el signo zodiacal del Invicto;
le nutrieron sus venas los sustratos del hampa
y lo arruyó en su cama el fueye de un convicto.
* Su nombre era Alberto Escaris.