Rendido

Letra de Alberto A. Leiva
Música de Alfredo Cordisco

Data de cuando el empleo del lunfardo estaba vetado en las
transmisiones radiofónicas. La orquesta de Francisco J. Lomuto lo
grabó, con su cantor Carlos Galarce, el 26 de junio de 1945. La de
Alfredo De Angelis, con Julio Martel, el 11 de septiembre del mismo
año.

«Pena… que me retuerce en sus dedos…
Miedo… que no se puede aplacar…
Pena es tu recuerdo y mi nostalgia
y este amor sin esperanza que me hace tanto mal.
Miedo del embrujo de tus ojos
adentrado en mi alma como una maldición.
Rabia de saberme abandonado
y entregarme maniatado al recuerdo de tu amor.

Yo no pido que vuelvas,
yo no te pido piedad.
Tiemblo al horror de llamarte
y saber que no vendrás.
Lloro en silencio el tormento
de no poderla olvidar
y me hace daño la angustia
de no verte nunca más.

Llanto… que me arrodilla vencido…
Solo… frente a mi dura verdad…
Siento que es inútil que yo grite
mi dolor y mi tormento que nadie escuchará.
Siento que tu atroz indiferencia
es la mano del destino que hiere sin piedad
y es mi corazón el que se rinde,
sin perdón y sin defensa, castigado por amar.»