Letra de Héctor Chaponick
Compuesto en 1975
En la boutique lujosa su belleza
se mantiene. Fue hermosa y fue canchera
guarda el vaivén sensual en las caderas
y una tierna soberbia en su cabeza…
Ya son las seis. La soledad empieza
su imperceptible muerte, esa curiosa
melancolía otoñal de algunas cosas
de esas que el pecho aloja con tristeza…
Ya son las seis, Callao, Alvear, Quintana.
Ese amargo de llanto y esa vana
e inaprensible sombra de una pena…
Siempre Quintana, Alvear. Siempre Schiaffino.
Siempre a las seis, su ayer de yiro fino
vuelve con una lágrima que quema…