Letra de C. Selenco
Música de Antonio Salera
Vals
Recordando me paso las horas
en mis noches de cruel soledad,
porque nunca se borra en mi mente
la divina mujer de mi ayer.
Fue un idilio de luna y de sueño
que al conjuro de un mágico son,
nos unimos y ausentes de todos
para amarnos con el corazón.
Qué fugaz,
todo eso pasó…
qué dolor en mi alma dejó,
esa estrella de amor que mi vida alumbró
su destino fatal un día la eclipsó;
y hoy tan solo en mi alma quedó
un recuerdo querido de amor.
Hoy añoro esos días lejanos
que a tu lado feliz yo pasé,
una angustia se aferra en mi pecho
cuando evoco el amor que se fue.
Hoy la bruma invade mi alma
y se empaña el cristal de ilusión,
voy errante buscando la calma
en las noches de mi cerrazón.