Libardo Parra Toro, Carlos Vieco.
Versión de Agustín Magaldi. Del CD «Agustín Magaldi 20 Exitos», RCA,
BMG, Colombia 1995.
Beber por esa mujer
me ordenan esas campanas
y obediente a su querer,
yo bebo a más no poder,
yo bebo a más no poder
y nunca quito las ganas.
Dios mio, Señor, Señor,
hazme que pueda olvidar
para matar mi dolor
de sus labios el temblor,
de sus labios el temblor
cuando ella me iba a besar.
Si ante ti nunca son vanas
las súplicas yo te pido,
que no calle a mi oido
ese doblez de campana.
Ellas me hacen recordar
aquella mañana fria,
en que llovia y llovia
cuando la iban a enterrar.
Beber por esa mujer
me ordenan esas campanas.
y obediente a su querer,
yo bebo a más no poder,
yo bebo a más no poder
y nunca quito las ganas.
Dios mio, Señor, Señor,
hazme que pueda olvidar,
para matar mi dolor
de sus labios el temblor,
de sus labios el temblor
cuando ella me iba a besar.
Si por mi alma te afanas,
Señor, pido hasta morir
que nunca pueda yo oir
el triste son de campanas,
que? Dios, yo puedo hacer,
si es imposible olvidar.
Beber, beber y beber
y con el licor matar,
Dios mio, Señor, Señor.