Sur

Letra de Homero Manzi
Música de Aníbal Carmelo Troilo
Compuesto en 1947

La Historia del Tango Sur
La historia de algunos de nuestros tangos más representativos esta
intimamente ligada a recuerdos historicos que nos llenan de nostalgia,
como el que cuenta la historia del Tango Sur.

«Desde la barranca de Boedo, hacia el Sur, se presentian Pompeya y
Puente Alsina, con sus portones y sus chimeneas y sus inundaciones; y
hacia el norte el último pedazo de Almagro, escenario de Jose
Bettinotti, el pequeño muchacho zapatero que invento, vaya a saberse
como, la primera canción de Buenos Aires.

Y al otro lado, Cochabamba arriba, las calles anchas y los arboles
verdes, y hasta retazos de alfalfares y quintas misteriosas.

Y por San Juan, ganando rio, el San Cristóbal bravo, lleno de
mostradores y de escudos de comites, y de canchas de taba, y de
pedanas a cuchillo.

Y a los cuatro rumbos, casas sin salas y corredores profundos, y
huecos sembrados de vidrios y latas, y de hombres traidos por los
mares, y mujeres con pañuelos atados a la cabeza, y muchachos
argentinos que estaban fundando – sin saberlo – al hijo nuevo de la
patria vieja…Y tal vez este mismo cielo, esta misma mañana y las
estrellas de siempre, y el mismo calor de barrio, y un amor parecido
entre sus gentes sencillas.

Boedo era algo así como un paso pesado que diera Puente Alsina para
llegar al Centro, como también el transito obligado de la gente del
Centro cuando querian acercar el alma hasta El Riachuelo.»

Asi hablaba una tarde de 1947 Homero Manzi, segun cuenta Francisco
García Giménez. En esos momentos hilvanaba su mente las estrofas de
un tango que se llamaria Sur.

No era un hijo de Buenos Aires el que con tal fervor hablaba de un
barrio porteño. Homero Manzi habia nacido en Añatuya, provincia de
Santiago del Estero. Pero la vida del espiritu en vuelo, de la
emoción intima, nacio varios años después – ya avecindado – en el
barrio de Pompeya. Fue profesor de escuela normal, profesión que
abandono por la poesia, como abandonaria luego la carrera de Derecho
cuando lo expulsaron de la facultad por pertencer a los rebeldes
«estudiantes de alpargatas» que en 1930 desfilaban por la calle
Florida para establecer claros distingos con otro «tipo de calzado»
que gobernaba de facto al pais.

Las letras de las canciones populares y de los libretos de peliculas
con verdadera calidad le dieron renombre exitoso.

A fines de 1947 Homero Manzi y Aníbal Carmelo Troilo daban los retoques
finales a su tango Sur.

Segun cuenta García Giménez, ya entonces Manzi sospechaba que estaba
herido de muerte por la enfermedad y sus amigos también tenian la
terrible sospecha. A pesar de su angustioso estado de animo escribio
Sur, añorando la lozana mocedad en su barrio de adopcion:

«San Juan y Boedo antiguo,
y todo el cielo,
Pompeya
y más alla la inundación…»

Caminando en un sueño de retorno hacia el arrabal que amo:

«Sur,
paredón y después,
Sur,
una luz de almacen…»

Despidiendose del tiempo florido del idilio:

«Ya nunca
alumbrare con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las calles de Pompeya»

Mas aun, despidiendose de la vida definitivamente:

«Las calles
y las lunas suburbanas
y mi amor en tu ventana
todo ha muerto,
ya lo se…»

En los dias de carnaval de 1948 fue operado. Tres años más tarde,
cuando aun no habia cumplido los 44 de edad la muerte le quebro la
ambición de hacer montones de cosas que estaban bullentes en su
pensamiento.

García Giménez finaliza diciendo que la desaparición de Manzi no fue
una muerte sin remedio, porque El se ha salvado del olvido…

San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo,
Pompeya y, más alla, la inundación,
tu melena de novia en el recuerdo,
y tu nombre flotando en el adios…
La esquina del herrero barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjon
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur… paredón y después…
Sur… una luz de almacen…
Ya nunca me veras como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperandote,
ya nunca alumbrare con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya.
Las calles y las lunas suburbanas
y mi amor en tu ventana
todo ha muerto, ya lo se.

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y, al llegar al terraplen,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robe.
Nostalgia de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevo,
pesadumbre del barrio que ha cambiado
y amargura del sueño que murio.

Sur… paredón y después…
Sur… una luz de almacen…