Letra de Roberto Selles
Música de Hugo Pardo
Compuesto en 1980
Estrenado por Abel González (canto y guitarrón), Rogelio Walter Rey
(bandoneón) y Hugo Pardo (guitarra), como parte de la Tangocantata de
la ciudad cambiada, en el salón Nicolás Olivari de la Academia Porteña
del Lunfardo, el 9 de junio de 1989. (JG)
Me voy muriendo un poco cada día
y no sé todavía mi papel.
Hacer esta comedia es ir dejando
pedazos de uno mismo al ir actuando.
Me estoy muriendo tanto por la vida
que tengo el esqueleto a flor de piel.
Me mata que el amor se vuelva piedra
y el alma pueda en ella tropezar,
me matan los recuerdos, los olvidos,
los días que se van como han venido,
los días que no van a descontarme
para que juegue el tiempo adicional.
Pero no. No será como en el tango;
y no pienso entregarme sin luchar.
Todavía me quedan estas uñas,
gastadas por la vida,
pero uñas al final.
Todavía me quedan las mañanas,
me quedan estas ganas
de ser y no aflojar.
Si es cierto que me muero cada día,
que no quedan boletos de volver,
también sé que renazco en cada aurora,
en cada beso nuevo, a cada hora,
y tengo la palabra a flor de labios
y tengo el corazón sobre la piel.
Renazco en el amor que no es de piedra,
que incita con sus alas a volar,
renazco en las nostalgias del mañana,
los días que encuentren con mis ganas.
Me voy naciendo al fin de cada muerte
y hoy juego mi partido de ganar.