Letra de Juanca Tavera
Música de Rubén Juárez
Dónde están mis cosas de muchacho
todo ese pasado encantador
dónde ese espejismo tan lejano
cada mano era un hermano
cada beso era un amor,
todo queda atrás en este viaje
por caminos de almanaques
sin pararse a contemplar, una flor,
duro es el racconto cuando quedan
nuestros ídolos de cera, bajo el sol.
Decí que soy un soñador que sabe perdonar
con vocación de ganador que no se entrega así nomás,
siempre ando con ganas de empezar a imaginar
pero la ilusión toca y se va.
Decí que tengo un corazón capaz de repechar
que sólo pide la mitad de todo lo que da
si no con tanta fulería… ma’sí… un día
desgastado das las hurras y te vas.
Tanto le pedías al mundo, tanto,
tanto que de tanto no da más,
guarda que a las doce sin lacayos
son ratones los caballos
de tu coche de cristal.
Y ojo con las aspas del molino
gran Quijote peregrino
porque un día al despertar, te quedás
solo… sin cospeles, sin espera
como un ídolo de cera… bajo el sol.