Letra de Reinaldo YISO
Música de Edgardo Donatto
Esa noche que dejaste un papel sobre la mesa;
cuatro lineas que decían perdoname si me voy,
quise irme tras tus pasos con el ansia de vengarme,
pa’ gritarte mi desprecio como una res achurarte
y a los perros arrojarle tu cobarde corazón.
Quise irme tras tus pasos pero algo me contuvo,
era el pibe que lloraba preguntaádome por vos,
lo conformé como pude, se durmió en mi regazo
y su pelo fue pañuelo pa’ un cobarde lagrimón…
Poco a poco nuestro hijo se olvidó de que existías;
yo le dije que su madre para el cielo se voló,
tu retrato desde entonces tiene muchas flores,
ni te falta una plegaria que el te reza por las noches
y si alguno a vos te nombra el le dice: se murió!
Cinco años no es un dia, has llegado un poco tarde;
es inútil que pretendas otra vez aqui volver,
ocho años tiene el pibe y hace cinco que te reza,
el le dice que te ocultas tras el brillo de una estrella;
te das cuenta vos ha muerto, para mí y para el.
I bis
Si queres que te perdone por el daño que me has hecho,
te juro que no te guardo ni un poquito de rencor;
si precisas cualquier cosa aqui está mi mano abierta;
todo, todo te lo ofrezco menos cruzar esta puerta
y brindarte un lugarcito en mi noble corazón…
Pero antes que te vayas voy a llamar al purrete
que no vea que en tus ojos una lágrima tenés,
decile que fuiste amiga de su madre y es por eso
que querés alli en su frente, estamparle un fuerte
beso y no vuelvas nunca, nunca para tu mal o tu bien.