Letra de Federico Silva
Música de Héctor Stamponi
La noche me persigue hasta la noche,
y cada sombra en blanco es otro adiós.
En cada grito en vano hay otro grito,
y en cada corazón, mi corazón….
Inútil ansiedad, la de tu ausencia.
Si al final, no hay regreso sin partida…
y la herida de tu beso es una herida
que con llanto, no se puede remediar…
Tenías, como virgen de la aurora,
un canto de hoja seca en la mirada.
Y apagada, desgarrada,
vencida…
la palabra del adiós.
Tenías un destino peregrino,
estrella de los versos sin destino.
De los versos amarillos y olvidados
que se guardan en el fondo del amor.
Un sueño sin historia, sin consuelo…
y el mínimo desvelo de otro adiós.
La daga sin piedad de un beso loco,
y un poco de otro amor para mi amor…
Inútil ansiedad, la de tu ausencia.
Si al final, cada encuentro es despedida…
y la herida de tu beso es una herida
que con llanto, no se puede remediar…